VUELTA A ESPAÑA 2010 (Xorret del Catí)

Buenas enfermos de la bicicleta, el día 4 de septiembre de 2010, yo, Manuel, Lorenzo y mi hermano Tino estuvimos en el Xorret del Catí, un puerto de primera categoría por el que transcurría la 7ª etapa de la vuelta ciclista España. Una cuesta de 3 km con rampas del 20 %, bastante duro.

Os cuento: Salimos desde Pozo Lorente a las 12:30 de la mañana y a eso de las 13:30 estábamos en Castalla. En la pancarta de 10 km a meta la guardia civil nos dice que no podemos pasar, tenemos que desviarnos por un camino asfaltado que llega hasta unas casas en la ladera del monte, a partir de aquí tuvimos que andar por un camino de 4km y salvar un desnivel de 300 metros hasta la carretera del puerto, nos costó una hora de marcha (mucha gente hizo lo mismo, y aquello parecía el camino de Santiago).

Una vez en las cuestas tuvimos las primeras impresiones de la dificultad del puerto, y la cantidad de gente allí reunida hacía de aquello una especie de romería. Mientras recuperábamos fuerzas comiendo los bocatas nos encontramos con dos muchachos de Alatoz que conocían a Lorenzo, luego también nos encontramos con Juanjo(voltio) quinto de Lorenzo y vecino de Pozo Lorente.

Hasta que llegaran los primeros corredores quedaban 2 horas y media, mientras tanto eran algunos los que se atrevían a subir en sus bicis, desde chavales de 12 años hasta abuelos de 60, también mujeres, había quién conseguía subir hasta arriba sin bajarse de la bici, otros no, y la gente animaba.

Con la llegada de los coches también llegaban las emociones. El primer corredor en pasar fue Mouncatie, quien ganaría la etapa, a un minuto Purito y Aigor Anton, después seguiría un chorreo de corredores que nos harían gritar de emoción, sobre todo con los corredores más significativos: Luis Leon Sanchez, David Millar, Ruben Plaza, Freire, Andy Sleck... y en especial con Carlos Sastre, quién regalo el bidón a Manuel, y puedo afirmarlo, ya que se lo dejó a los pies después de que Manuel le animase con un fortísimo !vamos Sastre!

Pasaban al lado nuestro y relativamente despacio, por lo que moló mucho.

Una vez los corredores llegaban a meta se daban la vuelta hacia Castalla, (a 4 km) que era donde tenían que descansar, por lo que desfilaron de nuevo a la inversa,pero esta vez camuflados entre toda la gente y demás ciclistas aficionados, y era difícil darse cuenta de quien pasaba a tu lado.

Fue toda una experiencia, espero repetir.

Tomás

PD: a continuación os dejo unas fotos.